Crisis energética en República Dominicana

Da pena lo que está ocurriendo en República Dominicana con las tandas de apagones que, a cada momento y sin previo aviso, sorprenden incluso a la figura del presidente Luis Abinader.

Escuchar al líder del Poder Ejecutivo afirmar que quienes gobernaron hace una década no tuvieron un plan para mejorar el sistema eléctrico del país es faltar a la verdad. Basta con señalar proyectos emblemáticos como la construcción de Punta Catalina, los trabajos en la Presa de Monte Grande y las iniciativas en Manzanillo, todos orientados a fortalecer la infraestructura energética nacional.

Además, la ampliación de la colaboración gubernamental en parques eólicos ha sido parte de las soluciones al persistente problema energético que afecta al país. Sin embargo, la realidad actual dista de la estabilidad prometida.

Hoy me surgen algunas preguntas:

• ¿Cuántos circuitos de 24 horas encontró Luis Abinader al asumir el poder?

• ¿Qué ocurrió para que estos circuitos desaparecieran?

• ¿Por qué la población, que tuvo que pagar por recibir electricidad las 24 horas del día, sigue pagando pero no recibe el servicio continuo por el que se le cobra?

Si verdaderamente Pro Consumidor existiera como un ente efectivo en defensa del ciudadano, ya estaría investigando este tema con rigor.

Escuchar al presidente hablar de apagones en el primer año de su segundo mandato nos recuerda los discursos de campaña. Presidente Abinader, despierte: usted ya es el presidente.

Pero nada, el tiempo seguirá pasando y los apagones, al igual que las modas, han vuelto a ser tendencia en República Dominicana. Al mismo tiempo, enfermedades que se creían erradicadas han regresado por descuido de las autoridades, como el caso de la fiebre porcina.

Pero nada, hay que rogar para que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) nos agarre confesados.

Hasta la próxima semana...